Como la hija de un famoso autor, Isolde Ophelia Goodnight creció con las historias de valientes caballeros y hermosas doncellas. Ella nunca dudó que el romance estaría en su futuro, también. Los libros de cuentos ofrecían infinitas posibilidades.
Y a medida que crecía, Izzy las fue tachando. Una por una por una.
¿El patito feo convertido en cisne?
¿Secuestrada por un apuesto bandolero?
¿Rescatada de la servidumbre por un príncipe encantador?
No, no, y... Heh.
Ahora Izzy se ha dado por vencida en añorar el romance. Ella se conformará con un techo sobre su cabeza. ¿Qué cuentos de hadas quedan para una empobrecida mujer de veintiséis años que nunca ha sido siquiera besada?
Este.
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